(...)
Al recoger datos sobre hidronimia (capítulo cinco), será preciso poner atención, entre otros aspectos, a las denominaciones dadas a los ríos. En la documentación medieval se les llama flumen, río, según la lengua de redacción. Pero en el habla popular de la Navarra vascohablante, reflejada en contratos hechos ante escribano, apenas aparece la voz ibai, prefiriéndose la más genérica ur para designar ríos y otras corrientes de agua (Ur-txikia, ‘Río chiquito’, ‘Río que viene de Pamplona’) y espacios relacionados con ella, denominaciones que tienen como primer componente, ur, con las variantes hu, uh, ub, ug e i(h), ib: Uharka, Uharka, Ugarka (‘represamiento de agua en el cauce de un río; presa’. Frecuente en Navarra); Hualde, Uhalde, Ugalde (común en Navarra, donde no conozco la variante Uralde); Huart, Uarte, Ugarte, Uharte (nombre de sendas villas en Arakil y Egüés), y Urbitarte, todos ellos con idéntico significado de espacio interfiuvial, como el Entrambasaguas de Sangüesa y otras partes. Ibero, Urbero, con adición del adjetivo bero (‘caliente’) al radical, es aplicado aquí a fuentes de aguas termales, en uso desde la época romana, que dieron nombre a la localidad Ibero (Olza) y a las que modernamente denominaron Urbero.
(...)
Zer: Generikoa
Non: --
Jatorria:
JIM.ESTN