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1. El nombre de Aquitania aparece por primera vez, como es conocido, en el comienzo de la obra de Julio Cesar De bello Gallico, donde se señala que la Galia está dividida en tres partes: una que habitan los belgas, otra los aquitanos, la tercera los que en su lengua se llaman celtas y en la nuestra, es decir en la de Cesar, galos, y todos éstos se diferencian entre sí en lengua, costumbres y leyes, separando a los galos de los aquitanos el río Garona, y de los belgas el Marne y Sena: Gallia est omnis divisa in partes tris, quarum unam incolunt Belgae; aliam Aquitani; tertiam, qui ipsorum Iinguae Celtae, nostra Galli adpellantur. Hi omnes lingua, institutis, legibus inter se differunt. Gallos ab Aquitanis Garumna flumen, a Belgis Matrona et Sequana dividit (2 [oharra, 252. or.: C. Julii Caesaris, Commentarii, 1, cura et studio Francisci Oudendorpii, Stutgardiae MDCCCXXII]). // Más tarde, en la época de Diocleciano, hacia finales del siglo III, la Aquitania de Cesar se llamó Aquitania Novempopulana, para distinguirse de Aquitania Prima y Aquitania Secunda, pues, como se ve por las señaladas denominaciones, el nombre de Aquitania fue extendido a otros territorios, comenzando por constituir, en virtud de la reforma administrativa llevada a cabo por Augusto, una gran provincia de la Gallia Nova. // Estrabón, que nació el año 65 a.C. en Amasia, Capadocia, y murió hacia el 20 p.C., (3 [oharra, 252. or.: Estrabón, Geografía de Iberia, edición, traducción y comentario por Adolfo Schullen, Fontes Hispaniae Antiquae, VI, Barcelona 1952]), (IV, 2, 1), señala que los aquitanos se distinguen del pueblo galo por la forma de sus cuerpos y por su lengua, siendo más parecidos a los iberos, y en (IV, 1, 1) dice que los aquitanos son completamente diferentes de los demás, no sólo por su idioma, sino también por sus cuerpos, siendo más parecidos a los iberos que a los galos. Confinan en el río Garona, habitando dentro de éste y del Pirineo. Hay más de veinte pueblos de los aquitanos, pero pequeños e insignificantes (4 [oharra, 252. or.: Rohlfs, p. 17, señala que "L'Aquitania Novempopulana, a laquelle est faite aIlusion déja dans la fameuse inscription d'Hasparren (début du III. siécle), comprenait d'abord les neuf peuples des Ausci, Bigerri, Boiates, Consoranni, Convenae, Elusates, Lactorates, Tarbelli et Vasates. Plus tard, dans la 'Notitia provinciarum et civitatum Galliae' (fin du IV. siécle), le nombre des peuples compris dans la Novempopulanie, avec I'adjonction des Aturenses, Beneharnenses et Ilurenses est porté a douze, ce qui correspond aux douze évéchés de I'ancienne Aquitaine dans sa primitive organisation chrétienne", y cita a J.-F. Bladé, Mémoire sur l'histoire religieuse de la Novempopulanie romaine, Bordeaux 1885)]: // Οί λκονιτανοί διαφέρονσι τοῦ Γαλαπκοῦ φύλού κατά τε τἁς τὦν σωμάτων κατασκενἁς καὶ κατἁ τήν γλὦτταν, ἑοίκασι δέ μᾶλλον '`Ιβηρσιν. // ...τούς μἑν 'Ακνιτανοὺς τελέως έξηλλαημένονς οὺ τᾖ γλώττη μόνον ἁλλἁ καὶ τοις σώμασιν, ἑμφερεῖς '`Ιβερσι μᾶλλον ᾔ Γαλάταις. ὁρίζονται δἑ τῷ Γαρούνα ποταμῷ, ἑντὁς τοὑτον καὶ τῆς Πνρήνης οὶκοῦντες. ἔστι δἑ ἔθνη τὦν 'Ακονιτανὦν πλείω μἑν τὦν ἔικοσι, μικρἁ δἑ καὶ ἄδοξα... // Como se ve nítidamente por estas palabras y por las del propio Julio Cesar, la Aquitania primitiva está definida como un territorio ocupado por un grupo étnico bien diferenciado del de los galos colindantes, lo cual no está en contra de que hubiera elementos ibéricos fuera de la Península propiamente dicha y como prolongación de los de la misma en la zona mediterránea, pues Estrabón sitúa como límite de esta provincia y de la Ibérica el templo de Afrodita Pirenaica, y añade que algunos dicen que el sitio de los Trofeos de Pompeyo es el límite entre Iberia y Galia (...μέχρι τοῦ ὶεροῦ τῆς Πυρηναίας 'Αφροδίτης. καὶ τοῦτο δ' ἑστὶν ǒριον ταύτης τε τῆς ἑπαρχίας καὶ τῆς 'Ιβηρικῆς. ἔνιοι δἑ τὁν τὁπον ἑν ῷ ἑστι τἁ Пομπηίου τρόπαια ὅριον 'Ιβηρίας ἁποφαίνουσι καὶ τῆς Κελτικῆς), que en cualquier caso estaba situado en zona hoy francesa. // 2. La lengua que se les opone es la céltica, que, según se desprende de las palabras escritas en griego por Ireneo de Lyon, heresiólogo del siglo II de origen greco-asiático que escuchó a Policarpo en Esmirna antes del año 156, y que en el 177 era presbítero en Lyon, sucediendo poco después a Potino en el episcopado, es la lengua que habitualmente él mismo estaba obligado a hablar en Lyon, Αούγδουνον a la sazón, llamándola bárbara, por lo que pide que no se le exija -habla en primera persona del plural- ni arte retórica, ni destreza en la pluma, ni elegancia de expresión, ni arte persuasoria, simplemente escribir con verdad y sencillez (5 [oharra, 252. or.: Contre les hérésies, ed. de A. Rousseau y L. Doutrelau, etc., París 1965-1979. Véase Βιβλίον α Пροοίμιον ‘Liber I. Praefatio'. De parte de ello hay traducción castellana de José Montserrat Torrents en Los gnósticos, tom. I y II, Madrid 1983]). Dice así: // Οὑκ επιζητήσεις δἑ παρ' ὴμῶν τῶν ἑν Κελτοἳς διατριβόντων, καὶ περὶ Βάρβαρον διάλεκτον τὁ πλεῖστον άσχολονμένων, λόγων τέχνην, ἣν οὑκ ἑμάθομεν, οὔτε δύναμιν συγγραφέως ἢν οὑκ ἠσκήσαμεν, οὕτε καλλωπισμὁv λέξεων, οὕτε πιθανότητα, ἣν οὑκ οἴδαμεν ἀλλά ἁπλῶς, καὶ ἀληθῶς καὶ ἰδιωπκῶς..., trasladado más tarde al latín por un traductor anónimo, al menos antes del año 422, pues Agustín lo cita en el Contra Julianum (Migne, Patrologia latina 44, col. 644): Non autem exquires a nobis, qui apud Celtas commoramur, et in barbarum sermonem plerumque vacamus, orationis artem, quam non didicimus, neque vim conscriptoris, quam non affectavimus, neque ornamentum verborum, neque suadelam, quam nescimus: sed simpliciter et vere et idiotice ea, ... // 3. Rohlfs, p. 18, acepta que "I'ancienne Aquitaine est devenue la Gascogne moderne", y añade que "ce nom apparait pour la premiare fois au IV. siècle chez I'écrivain Paulin (saint Paulin), né à Bordeaux, de longue résidence en Espagne, plus tard évêque de Nola en Italie, dans la forme Vasconiae saltus, pour dénommer la chaîne des Pyrénées. La Vasconia était donc le territoire des Vascones, c'est-à-dire des Basques d'aujourd'hui", cuyo punto de vista es a todas luces el correcto. En relación con los límites del gascón, la extensión del mismo en una especie de bolsa por la orilla derecha del Garona está estudiada por P. Bec, Les interférences linguistiques entre gascon et languedocien dans les parlers du Comminges et du Couserans, París 1968. // Creo, sin embargo, que la opinión que ha circulado entre vascólogos hasta nuestros días en el sentido de que el nombre dado por los propios hablantes a la lengua vasca, es decir, euskara, procedería de un radical que podría tener su origen en el nombre de los Ausci, pueblo aquitano antes mencionado en la nota (4), no es correcta. A mi juicio euskara tiene como primer elemento *eusi < procedente de *enausi, cuya raíz se encuentra en las formas verbales del tipo diñost, 'me lo dice', forma vizcaína que cuenta también con la variante popular diñaust, en los demás dialectos diost, con caída de -n- intervocálica, que en la primera forma aparece rehecha como palatal tras -i-. Así se explicaría, además, la forma enusquera que se registra para el siglo XVI dos veces en Garibay en oposición a erdeera, 'lengua extranjera, especialmente castellana', según su propia definición. Originariamente se trataría de un adverbio con un significado semejante al que tiene actualmente mintzaira > mintzara, o, tomando por base hitz egin o berba egin, hitz egikera o berba egikera, 'modo de hablar, ...’, cfr. mi trabajo "Geure hizkuntzari euskaldunok deritzagun izenaz", Euskera XXII (1977), pp. 513-538. // 4. En cualquier caso ésto no está en contra de la opinión mantenida por Michelena, Lafon, etc., de que vascones y aquitanos probablemente hablaban lenguas semejantes o dialectos de una misma lengua, o, bajo otro punto de vista, de que el aquitano es una lengua emparentada estrechamente con el vasco, cfr. R. Lafon, "La lengua vasca", ELH, I, p.92, y L. Michelena, "De onomástica aquitana", Pirineos, X (1954), p. 446, opinión ya avanzada por Luchaire, Les origines Iinguistiques de l'Aquitaine, Pau 1877, p. 69, la cual se sustenta en los datos que aportan diversas inscripciones aquitanas de época romana, cuyo testimonio no está en contradicción, por otra parte, sino todo lo contrario, con las afirmaciones de los autores clásicos que hemos visto más arriba. No entro ahora en la problemática que plantean dichas inscripciones aquitanas, la cual ha sido tratada ayer mismo aquí por Joaquín Gorrochategui. // 5. En relación con la temprana Edad Media no debemos olvidar que las relaciones entre francos y vascones fueron durante largo tiempo belicosas, y que además existía la Vasconia aquitana, y que el siglo VIII, inmediatamente después del desastre que Carlomagno sufrió en Roncesvalles, éste no dejó de aguzar su ingenio en el sentido de establecer una política de dominio, y así se decidió a crear el año 781 el reino de Aquitania para su hijo Ludovico Pío, niño de tres años a la sazón. En su territorio se incluía la antigua Vasconia -del Garona al Pirineo- que seguía refractaria a toda política nacional franca. Ludovico Pío el año 786 se presentó vestido a la vascona ante la asamblea de Paderborn siguiendo la sugerencia de su padre: "et transiit Garumnam fluvium Aquitanorum et Vasconum conterminum: quam regionem jamdudum in deditionem susceperat, Lupo principe se et sua ejus nutui dedente"; "fiIiumque suum Ludovicum regem regnaturum in Aquitaniam misit, praeponens iIIi bajulum Arnoldum, aliosque ministros ordinabiliter decenterque constituens tutelae puerili congruos (781)"; "Cui filius Ludovicus, pro sapere et posse obedienter parens, oecurrit ad Patrisbrunam (786) habitu Vasconum cum coaevis sibi pueris indutus, amiculo scilicet rotundo, manicis camisiae diffusis, cruralibus distentis, calcaribus caligulis insertis, missile manu ferens: haec enim delectatio voluntasque ordinaverat paterna", cfr. Patrologiae latinae, tomo 104, Migne editorem, 1864: Ludovicus I, cognomento Pius, Imperator Augustus. Ludovici Pii vita. Incerto auctore, sed qui se professione astronumum, et in palatio ipsius imperatoris versatum testatur, pp. 929, 930, 931. Cfr. también José María Lacarra, Historia política del Reino de Navarra desde sus orígenes hasta su incorporación a Castilla, Pamplona 1972, tres tomos, tomo I, p. 43 y ss. Véase también mi trabajo "Sobre el topónimo Gasteiz y su entorno antroponímico", Viroria en la Edad Media (Actas del I Congreso de Estudios Históricos celebrado en esta Ciudad del 21 al 26 de setiembre de 1981 en conmemoración del 800 aniversario de su fundación), Vitoria-Gasteiz 1982, p. 634 y n. 65, p. 640. // 6. No estará de más poner de manifiesto que el término vascones en la Edad Media tenía claramente sentido étnico y se aplicaba a gentes que habitaban en un área más extensa que la del territorio que se les atribuía en la época clásica, en la que aparece junto a divisiones de aquitani, varduli, caristii, jaccetani, etc., cuyos términos, cuando no se trataba de división provincial romana que podía perdurar en la memoria cultural, o de grupo étnico homogéneo y bien diferenciado hacia fuera, dejaron generalmente de usarse, siendo sustituidos por el de vascones, que englobaba a todos, el cual llegó a identificarse desde fuera del grupo como referente de la lengua que usaban, cfr. en el Becerro Antiguo de Leire: illam uineam que est in loco quem bascones uocant Ygurai mendico (año 1075, f. 44), cuyo topónimo era transparente a la sazón entre hablantes vascos, 'monticulo del meseguero, guardabosque', etc., así como también el propio nombre de la lengua, vascuence, < del latín vasconice, utilizado en romance, véase mi trabajo "La lengua vasca y el País Vasco", C. de Etnol. y Etnogr. de Navarra, 26 (1977), p. 185, n. 2. // Naturalmente se plantea el problema de cuándo perdieron definitivamente la lengua originaria, después de un largo proceso de convivencia, primero con el latín y luego con el mundo románico, los que luego continuaron con el nombre de gascones, < procedente de vascones, en zona actualmente francesa, lo que no es fácil de resolver por la escasez de información al respecto
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Zer: Eskualdea
Non: Frantzia
Jatorria:
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