EODA osoa

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OBS.- El despoblado de Peña ocupa un lugar estratégico, encaramado en lo alto de una plataforma rocossa en plano inclinado, dibujando un perfil característico y sorprendente dado que en el punto más elevado se localizan los restos del castillo a partir del cual se sitúan en declive el caserío y la iglesia. El origen de este recinto defensivo resulta oscuro, si bien parece evidente que su momento de actividad debió de coincidir con la Reconquista y en periodos de inestabilidad fronteriza, dado su enclave en el límite entre los reinos de Navarra y Aragón. Ya constituyó una defensa importante en el primer tercio del siglo XI en el reinado de Sancho III el Mayor. El castillo y el pueblo de Peña pasan de la corona aragonesa a la de Navarra en 1209 cuando Pedro II de Aragón empeña al monarca navarro Sancho VII el Fuerte de los lugares de Peña, Petilla, Esco y Gallur para responder a una deuda. Hacia 1431 por donación recibe Mosén Beltrán de Ezpeleta, vizconde de Valderro, el castillo de Peña, apellido que se mantuvo hasta el siglo XVIII que debido a enlaces matrimoniales es sustituido por el de Elío. El castillo fue desmochado a comienzos del siglo XVI, en cumplimiento de las órdenes del Cardenal Cisneros (Catálogo monumental de Navarra. Merindad de Sangüesa. Voz Javier).
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