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OBS.- Es una zona rural en la que hoy se levanta la basílica de la Virgen de Jerusalén. Está limitada al norte con San Gil, donde radicó la iglesia y una granja. El topónimo debió de nacer de la primitiva existencia de una iglesia en estos parajes, poblados desde los primeros siglos de nuestra era. Dicha iglesia había desaparecido a mediados del siglo XII. En el centro del término se levantaba un núcleo de viviendas, donde vivía la noble doña Albira de Elizaldea. A mediados del siglo XIII, el priorato artajonés inicia una serie de adquisiciones de fincas en este lugar, que acabó con la donación del lugar, para construir y edificar una iglesia. El lugar con sus casas y fincas pasó a poder del monasterio de Iranzu, posiblemente en la segunda mitad de la citada centuria y por intervención del obispo don pedro de Paris, natural de Artajona. Los frailes de Iranzu, sin embargo, vendieron parte de sus posesiones al priorato artajonés en 1235. Los rectores de la iglesia de San Saturnino, propietarios del solar, levantaron la iglesia que, dedicada a Santa María, vemos documentada en 1235 (J.M. Jimeno Jurío. Documentos medievales artajoneses).
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