(...)
17. paragrafoa.- ai(h)er «propensión, inclinación». G. Bähr (B. und Ib., 37) lo interpreta en sentido físico (Ayerbe «unter dem Hang»). Son frecuentes los apellidos en ayar(r)- y ayer(r)-: Ayardí, Ayarragaray, Ayerbe, Ayerdi, Ayerza, Ayerceta; Ayesta (Agesta), Ayestaran, cf. Sagasta s. v. sagar. En mi opinión debe tenerse en cuenta la posibilidad de que ayar(r)- sea una var. de aiñar «brezo»: la nasal ha podido perderse o conservarse tras diptongo (Iaio-tz «paraje sombrío», junto a laíño). Hay topónimos como Añarbe. V. il(h)ar. Ahora creo que efectivamente se trata de ai(h)er «inclinación, pendiente», aunque este supuesto valor primario no se documente en parte alguna, a lo que se me alcanza.
569. paragrafoa.- -tza suf. que denota «abundancia»: Artaza, Elorza, Iturriza, etc. En la reja de San Millán aparece en la forma -zaha: Adurzaha, Arrazaha, Artazaha, Gerfalzaha, Hascarzaha, Hillarrazaha.
235. paragrafoa.- -eta «terminación de multitud de nombres topográficos que indican pluralidad» (Azkue). De su frecuencia da fe la reja de San Millán donde aparecen Azazaheta, Bagoeta, Berroztegieta, Erroheta, Galharreta, Gazaheta, Gelhegieta, Haizcoeta, Haizpilleta, Harizavalleta, Harrieta, Haztegieta, Mariaeta, Sagassaheta, Sansoheta. V. también -keta. Es interesante el hecho de que siga a veces a nombres personales; así Mariaeta, Sansoheta en la lista anterior y el ap. Micolaeta. Apellidos Arteta, Beteta, Iraeta, Iztueta, Ozaeta, Sustaeta, etc. Como es bien sabido, Schuchardt piensa en un préstamo, del suf. latino -etum (pl. -eta; cast. -edo, -eda). Para -eta /-keta, que se comporta como un sufijo de flexión, lo mismo que -aga, véase FLV 3 (1971), 241 ss. Aunque en general hay -keta tras sibilante. Ariceta (y Ariçegui) se documentan muy pronto.
(...)
Que:
Où:
Origine:
M.AV