Leku-izenak

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La parroquia del lugar perteneció desde antiguo al obispo, según reconocieron el rey Sancho Ramírez (1092, HOP, I, p. 263) y el papa Celestino II (1144, HOP., I, 379). Pedro de Artajona la concedió al canónigo Arcediano de la Tabla (1177, HOP, I, 469). Estaba regentada por abades. Lo era García de Sagüés en 1234 (GPN, 250). // Estuvo dedicada a San Andrés (1365), a Santa María (1588) y a Nuestra Señora y San Andrés (S.XVII. HOP, VI, 359, 407). En ella eran recibidos los obispos por una delegación del cabildo catedralicio, cuando venían a tomar posesión de la sede, jurando guardar los estatutos de los canónigos. La práctica estuvo en vigor al menos desde Bernart de Folcaut (1365, HOP, II, 237), cuando el lugar todavía estaba poblado, hasta 1685 (HOP, VI, 407). // Al quedar despoblado el lugar, la iglesia quedó convertida en ermita. Las instituciones eclesiásticas perceptoras de los diezmos "del término que rodeaba a la ermita" fueron obligadas a repararla, por hallarse abandonada y llena de inmundicias de animales (1594, HOP, IV, p.560). // Fue derruida, como los demás edificios extramurales de la Ciudad, con motivo de la guerra contra la Convención. // Sirvió de referencia para localizar fincas: Viña en el término "que llaman de Hazella o Donapea, a mano derecha de la ermita" (1729, ADP.: Car. 1.526, n. 27, f. 6)
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