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En mi opinión, antes de entrar de lleno en el tema que queremos analizar, deben hacerse algunas observaciones a lo que afirma Azkue: // a) Aun cuando se aceptase como correcto que el topónimo Lapurdi tuviera originariamente en su formación el sustantivo lapur, ‘ladrón', no estaría nada claro que eventualmente contara con el referido sufijo -di añadido. Al menos habría que demostrarlo, y ciertamente quien tendría que hacerla es la misma persona que formula la hipótesis. En cualquier caso, el nombre del famoso territorio vasco está vinculado a la forma Lapurdo, nombre de un oppidum que, según aparece a finales del siglo IV en Notitia Dignitatum, e incluso más tarde, estaba situado en las inmediaciones de Bayona [3. oin oharra: Lo que dice el Docteur Jacques Lemoine en Toponymie du Pays Basque français et des Pays de I'Adour, Paris 1977, sobre la etimología de Lapurdo es absolutamente inaceptable: "Le nom peut se comparer alors a Eburodunum (eburos, g. sanglier. ivoire ou if) qui a donné A VERDON, Loir-et-Cher, EMBRUM, Hautes-Alpes, et YVERDON en Suisse". p. 39. Ya que lo único que demuestra es que es un fanático seguidor del mito francés nos ancêtres les gaulois, difundido como consecuencia del desarrollo del romanticismo, y separándose. naturalmente, de la objetividad necesaria para llevar a cabo trabajos de investigación de tal naturaleza]. Por lo que hay que empezar por aceptar que en un principio tenía la variante Lapurdo. Y, siendo ésto así, la forma Lapurdi no sería más que el doblete de Lapurdo, de la misma forma que en la Edad Media el nombre de persona Sanchi constituía la variante de Sancho, o que Ilurdo -véase Illurdo testis (año 973, Albelda. doc. 25) [4. Oin oharra: Antonio Ubieto Arteta, Cartulario de Albelda, Valencia 1960]- era simplemente el doblete de *Ilurdi > Ilurde -véase Bazcoare Ilurde (año 1366, PN-XIV. F.Est., p. 611) [5. oin oharra: Juan Carrasco Pérez, La población de Navarra en el siglo XIV, Pamplona 1973] en Esteilla, Val d'Amescoa-, y por esa vía tendríamos que recurrir a la antroponimía en busca del origen que podría corresponder al antiguo término Lapurdi. No hay que olvidar que paralelamente existía en latín el nombre de persona Latronius, CIL, VI, 1057, IX, 5391, y como cognomen también Latro. cfr. M. Papaleius Latro, CIL, XI, 697 [6. oin oharra: Cfr. Wilhelm Schulze, Zur Geschichte lateinischer Eigennamen, Berlin, 1904, p. 178. Hay también ediciones de los años 1933 y 1940], Boutia Latroni f. (Vives, Insc. Esp. Rom., nº 5319, Seguras de Arriba, Cáceres) [7. oin oharra: José Vives, Inscripciones latinas de la España romana, Barcelona 1971, Indices. Barcelona 1972], L. Iunio Latrone (id., nº 1082, Mérida), y en un concilio de la Iglesia que tuvo lugar en Burdeos el siglo IV aparece incluso Latroniano, llevando el nombre el sufijo -ano añadido, como era normal entonces e incluso mucho tiempo después (años 384-385, Concilia Galliae, Concillium Bvrdigalense) [8. oin oharra: Concilia Galliae, A.314-A.506. id, A.511-A.695. Ed. Munier, Tvrnholti 1963] y en la Edad Media Bela Latro comite tenente Salinas (año 1157, Sto. D. de la Calzada, nº 32) [9. oin oharra: Agustín Ubieto Arteta, Cartularios (I, II y lll) de Santo Domingo de la Calzada, Zaragoza 1978], y, situándonos en nuestro tiempo, debe recordarse el concocido apellido Ladrón de Guevara.
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Zer:
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Jatorria:
DRPLV